INTRODUCCIÓN DEL BARROCO:
El
Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por
una nueva forma de concebir las artes visuales. El término barroco se tomó de
la arquitectura, donde designaba algo «retorcido», una construcción «pesada, elaborada,
envuelta». Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII
en Italia, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. El arte se volvió más refinado y ornamentado, con
pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero adoptando formas más
dinámicas y efectistas y un gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las
ilusiones ópticas y los golpes de efecto. Se observa una preponderancia de la
representación realista: en una época de penuria económica, el hombre se
enfrenta de forma más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda
realidad se somete a la mentalidad de una época turbada y desengañada, lo que
se manifiesta en una cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y
violentos, fuertes contrastes de luces y sombras y cierta tendencia al
desequilibrio y la exageración.
CONTEXTO HISTÓRICO:
Las monarquías absolutas dominan
el panorama político de Europa. El poder sigue estando en manos de la
aristocracia y de la Iglesia que quieren mostrar su autoridad organizando
grandes espectáculos en los que la música siempre estará presente. Se convierten,
para ello, en mecenas de los mejores artistas, los cuales trabajarán en sus grandes
cortes y palacios.
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CARACTERISTICAS
GENERALES:
Las
principales características comunes de la música de la época barroca son:
1. La polarización de la textura hacia las voces
extremas (aguda y grave). Aunque se sigue escribiendo música a cuatro y cinco
voces, estas no son ya de similar importancia, sino que se destacan la voz
superior y el bajo, abreviándose la escritura de las intermedias en el llamado
bajo continuo; esta textura suele llamarse bipolar o de monodia acompañada.
2. La presencia
obligatoria del bajo continuo: junto a la línea melódica más grave (el bajo) se
escriben unas cifras que resumen la armonía de las voces superiores. El bajo
continuo era interpretado habitualmente por uno o varios instrumentos melódicos
graves (violonchelo, viola da gamba, fagot...) más un instrumento armónico que
improvisaba los acordes (clave, órgano positivo, laúd, arpa...).
3. El desarrollo de
la armonía tonal, en la que el movimiento melódico de las voces queda
supeditado a la progresión de acordes funcionales, armados desde el bajo
continuo. El ritmo armónico es rápido (cambio frecuente de acorde).
4. El ritmo del propio bajo establece un compás claro y
sencillo (sea BINARIO o ternario), muy uniforme, incluso mecánico.
5. El desarrollo de un lenguaje instrumental propio
diferenciado del vocal, con adaptación de la escritura musical a cada tipo de
instrumento (escritura idiomática). En los teatros de ópera aparece la
orquesta, con predominio de instrumentos de cuerda frotada, base de la actual
orquesta sinfónica.
6. La aparición de nuevas formas vocales e
instrumentales: la ópera, el oratorio y la cantata entre las primeras, y el
concierto, la sonata y la suite entre las segundas.
7. El gusto por los
fuertes contrastes sonoros (entre coros, entre familias instrumentales o entre
solista y orquesta), materializado en la policoralidad y el «estilo
concertante», por oposición a la uniformidad de texturas y timbres habitual en
el Renacimiento.
8. El amplio espacio dejado a la improvisación, tanto
en obras libres como en las ya escritas, en forma de ornamentación.
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