CHISTES DE INGENIEROS IV

En un pueblo se está construyendo una carretera. Un pueblerino se sentaba largas horas a ver como se realizaba la obra cuando se topó con el ingeniero.

- Hola, soy George Frank Steven, el ingeniero que hizo los estudios y encargado de la obra y la maquinaria.

 - Hola, yo soy Federico Díaz, soy del pueblo de al lado.

- Veo que nunca habías visto cómo se hace una carretera moderna. Dime, ¿Cómo hacen las carreteras en tu pueblo?

- Bueno, en mi pueblo cuando queremos hacer una carretera de un pueblo a otro, soltamos un burro viejo y el animal escoge el camino más corto y más seguro y por ese camino hacemos la carretera.

- ¿Y qué pasa si no tienen un burro?

 - ¡Llamamos a un ingeniero!

 Dos abogados iban en un vuelo a Seattle. Uno de ellos se sentó junto a la ventana y el otro en el asiento de en medio. Al momento de despegar, un ingeniero se sentó en el asiento del pasillo, junto a los dos abogados. El ingeniero se quitó los zapatos y se disponía a dormir cuando el abogado de la ventana dijo:
 - Creo que voy a levantarme por una Coca.
 - No hay problema, yo se la traigo - dijo el ingeniero.
 En cuanto fue por el refresco, uno de los abogados tomó uno de los zapatos del ingeniero y escupió dentro. Cuando volvió con la coca, el otro abogado dijo:
 - Ya se me antojó. Yo también voy a ir por una.
Nuevamente el ingeniero se levantó gentilmente por otra Coca; en cuanto se fue el otro abogado tomó el segundo zapato del ingeniero y escupió dentro de él. El ingeniero regresó y todos se sentaron por un buen rato sin hablar. Cuando el avión estaba aterrizando, el ingeniero se puso los zapatos y descubrió lo que había pasado. Entonces se puso muy serio y dijo:
- ¿Hasta cuando va a seguir esto? ¿Este celo entre nuestras profesiones? ¿Este odio? ¿Esta animosidad? ¿Este escupir en los zapatos y MEAR dentro de las Coca-Colas?

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