Leyenda corta I: El martillo de Thor

Poblaron en una época el interior de la tierra, una serie de enanos famosos por sus excelentes trabajos artesanos. En una ocasión, aquellos enanos se preparaban para fabricar regalos que pretendían reglar a los dioses, cuando uno de los enanos, llamado Brok, se puso a fanfarronear ante todos aquellos regalos:

 – ¡Buah! Esos regalos no valen nada- Dijo muy ufano el enano- Mi hermano fabrica con oro y hierro cosas muchísimo mejores.

 – Pues si es así, que lo demuestre- Dijeron algunos enanos molestos ante lo que parecía soberbia.

Tras aquello, Brok y su hermano se pusieron manos a la obra, y tras varios días, volvieron cargados con un jabalí de oro, un anillo precioso, y un martillo con poderes mágicos. El juez de aquella batalla fue el dios Loki, dios de las travesuras y del engaño, que convocó a todos los dioses para que ellos mismos decidieran cuál les parecía el mejor de todos los regalos fabricados.

Cuando le llegó el turno a Brok, presentó en primer lugar su jabalí de oro, que brillaba más que el sol y podía correr por la tierra, mar y aire. A continuación, sacó el anillo maravilloso que, cada nueve noches, producía efectos cada vez más hermosos. Y para terminar, puso en manos del dios Thor el poderoso martillo, diciéndole:

 – He aquí la que será tu gran arma, ya que con ella vencerás siempre y nunca te abandonará…

Y el dios Thor, entusiasmado con el regalo, decidió tan solo con aquella satisfacción, a los enanos que habían fabricado el mejor de los regalos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario